Este viernes 17 de mayo, miembros de la FIFA escogieron a Brasil como sede del Mundial de fútbol femenino de 2027, imponiéndose a una candidatura conjunta de Bélgica, Países Bajos y Alemania, en un congreso de la FIFA celebrado en Tailandia y marcado por el debate sobre la guerra en Gaza.
«La victoria de Brasil es la victoria de todos (…) Con el fútbol femenino no hay división, nos tenemos que unir para continuar con su desarrollo», afirmó el presidente de la Federación brasileña, Ednaldo Rodrigues, en el discurso posterior a la votación, en el que además prometió un Mundial «histórico».
Tras el éxito de la edición de 2023 en Australia y Nueva Zelanda, que obtuvo un récord de 570 millones de dólares en ingresos comerciales, la FIFA optó por continuar su impulso para expandir el fútbol femenino llevando el torneo a Sudamérica por primera vez.
Los delegados reunidos en Bangkok votaron por 119 votos contra 78 a favor de enviar la 10ª edición de esta competición al país de la samba, lo que desató el júbilo de la delegación brasileña.
Rodrigues, presentó la decisión de la FIFA como «una victoria para el fútbol latinoamericano y para el fútbol femenino en América Latina».
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