Las conversaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición se han realizado únicamente dentro del país, en lugar de en un tercer país como han pretendido.
Sin embargo, expertos consultados advierten que esta decisión podría aumentar los riesgos de manipulación y filtración de información confidencial, lo que podría minar el éxito de los diálogos.
El gobierno condicionó la continuidad de las negociaciones a que se realicen en Venezuela, como ocurrió recientemente en el palacio federal legislativo en Caracas. Durante esta reunión, se discutió sobre violaciones a los acuerdos previamente firmados en Barbados en octubre.
Sin embrago, el politólogo Ricardo Ríos y el miembro de la delegación opositora Roberto Enríquez han expresado preocupaciones sobre la decisión del chavismo de llevar a cabo las negociaciones en Venezuela en lugar de en un tercer país.
Ríos señaló “las negociaciones políticas de alto nivel suelen realizarse en un tercer país como mediador para mantener un bajo perfil y evitar la contaminación de la diplomacia por factores internos”.
En ese sentido, Enríquez destaca que los debates en los medios de comunicación en Venezuela pueden centrarse en generar volumen y decibeles en lugar de buscar soluciones efectivas.
Estas opiniones resaltan la importancia de mantener la confidencialidad y la seriedad en las negociaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición para lograr avances significativos en la resolución de la crisis política de este presente país.
“La decisión de realizar las reuniones en Caracas plantea desafíos adicionales que podrían afectar la eficacia de los diálogos” expresó Enríquez
Además, el abogado Giulio Cellini, experto en procesos de transición y analista de relaciones internacionales, ha destacado la importancia de mantener las negociaciones políticas fuera del país para minimizar los riesgos de manipulación, presiones externas e influencias que puedan obstaculizar el éxito de las conversaciones.
A pesar de los beneficios logísticos de realizar las negociaciones en Venezuela, Cellini considera que es aconsejable llevarlas a cabo en un tercer país para garantizar la confidencialidad y la imparcialidad del proceso.
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