El anuncio de que el Papa Francisco concederá indulgencia plenaria a los participantes en la IV Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores, que se llevará a cabo el 28 de julio, ha generado gran expectación en todo el mundo.
Esta indulgencia, que elimina todos los pecados cometidos hasta el momento, será otorgada a aquellos que cumplan con las condiciones habituales de confesión, comunión y oración por las intenciones del Papa.
Además, la Penitenciaría Apostólica ha extendido la indulgencia plenaria a los fieles que dediquen tiempo a visitar a hermanos mayores necesitados o en dificultad, como enfermos, personas solas o discapacitados.
También se incluye a los mayores enfermos y a sus cuidadores, así como a aquellos que, por motivos graves, no puedan salir de casa y se unan espiritualmente a los servicios de la Jornada Mundial ofreciendo sus oraciones, dolores o sufrimientos.
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