El cambio climático no solo está alterando los patrones climáticos globales, sino que también está teniendo un impacto devastador en las economías mundiales y la salud de millones de trabajadores. Las consecuencias de este fenómeno se hacen cada vez más evidentes, con eventos extremos como inundaciones, sequías e intensas olas de calor que se vuelven más frecuentes y severos.
Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela datos alarmantes sobre el impacto del calor excesivo en los lugares de trabajo. América, por ejemplo, se encuentra entre las regiones más afectadas, con un 6.7% de las lesiones laborales atribuibles a este factor, solo superada por África.
Los costes de las lesiones por calor excesivo en el lugar de trabajo pueden alcanzar un 1,5% del PIB en las economías de ingresos bajos y medios, indica la OIT en un informe titulado ‘El calor en el trabajo: Implicaciones para la seguridad y la salud’, que fue divulgado este jueves 25 de julio.
En 2020, 231 millones de trabajadores estuvieron expuestos a olas de calor, un 66% más frente al 2000. Además, 4.200 trabajadores de todo el mundo murieron por las olas de calor.
Además, OIT el estrés térmico puede afectar de forma inmediata a los trabajadores en el trabajo, provocando enfermedades como agotamiento por calor, insolación e incluso la muerte. A largo plazo, los trabajadores pueden desarrollar enfermedades crónicas graves y debilitantes que afectan a los sistemas cardiovascular y respiratorio, así como a los riñones.
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