El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, ha tomado la drástica decisión de disolver el gobierno liderado por la primera ministra Manuela Roka Botey, argumentando que han existido «deficiencias administrativas» que han llevado al país a una crisis «sin precedentes».
Durante su comparecencia en el Palacio del Pueblo en Malabo, Obiang Nguema expresó su descontento con la actuación del Ejecutivo, señalando que los problemas actuales se deben a «vicios, desvíos y abusos» que han socavado la estabilidad del gobierno.
El presidente subrayó que la crisis económica ha sido exacerbada por una posible insolvencia y una falta de disciplina económica, resultando en un agotamiento de las reservas del país.
En su discurso, instó a los miembros del gobierno a realizar un análisis profundo de sus respectivas áreas, enfatizando que no se ha llevado a cabo ninguna acción efectiva para abordar los problemas existentes.
Nguema destacó que la gestión de las infraestructuras y los servicios públicos es fundamental para recuperar la salud financiera del Estado.
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