A menos de un mes del partido entre Venezuela y Uruguay por las Eliminatorias, las autoridades uruguayas están preocupadas por los posibles inconvenientes que podría generar la visita a un país sumido en una crisis total.
El ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, convocó a una reunión con representantes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), la Cancillería y la Secretaría Nacional del Deporte para abordar la situación y garantizar la seguridad de la delegación uruguaya durante su estadía en Venezuela.
Además, el secretario nacional del Deporte, Sebastián Bauzá, explicó que el encuentro tuvo como objetivo evaluar la relación entre ambos países y determinar las necesidades logísticas de la selección uruguaya. A pesar del retiro del personal diplomático por parte del régimen de Nicolás Maduro, el gobierno uruguayo aún cuenta con funcionarios administrativos en Venezuela que podrán asegurar las condiciones necesarias para la visita.
El partido está programado para llevarse a cabo en el Estadio Monumental de Maturín, en el noreste de Venezuela. Para facilitar la logística, el director de Selecciones Nacionales, Jorge Giordano, ya se encuentra en el país para seleccionar un hotel, organizar el transporte y definir el centro de entrenamientos para el equipo dirigido por Marcelo Bielsa.
Sin embargo, se ha informado que la selección viajará en un vuelo charter que no podrá ser de bandera argentina ni chilena debido a las exigencias del régimen venezolano.
Durante la reunión, se planteó la posibilidad de intercambiar la localía del partido, sugiriendo que se jugara en Montevideo el 10 de septiembre y que Uruguay viajara a Venezuela en junio de 2025. Por ende, esta opción dependerá de la aprobación de la Federación Venezolana de Fútbol, lo cual, según Bauzá, podría ser complicado de lograr.
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