La magistrada Tanya Chutkan, encargada del juicio contra el exmandatario Donald Trump por el asalto al Capitolio, ha decidido no fijar una fecha para el proceso judicial mientras se evalúan las implicaciones de un reciente dictamen del Tribunal Supremo sobre la inmunidad presidencial.
Durante una audiencia, Chutkan argumentó que establecer una fecha en este momento sería «un ejercicio de inutilidad», ya que cualquier decisión sobre la inmunidad seguramente será objeto de apelación.
El 1 de julio, el Tribunal Supremo otorgó a Trump una inmunidad parcial, afirmando que un expresidente tiene derecho a inmunidad absoluta por acciones realizadas dentro de su autoridad constitucional, aunque no así por actos no oficiales.
En este contexto, el fiscal especial Jack Smith presentó el 27 de agosto un nuevo acto de acusación que mantiene los cuatro cargos anteriores contra Trump, pero ajustando las alegaciones para alinearse con el dictamen del Supremo.
En la audiencia, Trump se declaró no culpable a través de sus abogados, una postura que ya había anticipado.
La discusión principal giró en torno a cómo avanzar con el caso, especialmente en relación con la cuestión de la inmunidad y su impacto en la agenda judicial.
El abogado de Trump, John Lauro, subrayó la necesidad de que la magistrada determine si el nuevo acto de acusación es legítimo y destacó que todo el caso debería ser desestimado si se establece que las comunicaciones entre Trump y su exvicepresidente, Mike Pence, están protegidas por la inmunidad.
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