Este 20 de septiembre, la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de la ONU presentó un informe ante el Consejo de Derechos Humanos que denuncia el deterioro de la situación en el país.
En respuesta, el canciller Yván Gil rechazó categóricamente el documento, calificándolo de “vulgar y panfletario”. Gil argumentó que la misión es ilegítima y fue creada por el fracasado Grupo de Lima con el objetivo de implementar la política estadounidense de «cambio de régimen» en Venezuela.
El gobierno venezolano ha denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos los intentos de magnicidio contra sus altos funcionarios y las invasiones planificadas por grupos mercenarios en Estados Unidos y Europa. Además, han documentado los efectos negativos de las Medidas Coercitivas Unilaterales en los derechos fundamentales del pueblo venezolano.
La cancillería sostiene que los funcionarios internacionales parecen más preocupados por complacer a Estados Unidos que por abordar las verdaderas violaciones a los derechos humanos.
Venezuela se presenta como un defensor destacado de los derechos humanos en la región, citando la creación de un robusto aparato de protección desde la aprobación de su Constitución en 1999. El gobierno asegura que la reciente victoria electoral de Nicolás Maduro reafirma su compromiso con la verdad y la justicia, siguiendo el legado de Hugo Chávez.
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