La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha encendido las alarmas mundiales ante la inminente llegada de La Niña, un fenómeno climático que podría tener consecuencias devastadoras a nivel global, especialmente en la seguridad alimentaria.
Caracterizado por el enfriamiento de las aguas del Pacífico central y oriental, La Niña se prevé que afecte al planeta en la segunda mitad de este año, intensificando eventos climáticos extremos como sequías e inundaciones en diversas regiones.
Ante esta amenaza, la FAO ha presentado un detallado plan de acción anticipatoria, cuyo objetivo es proteger a millones de personas en riesgo y mitigar los impactos negativos de La Niña en la agricultura y la producción de alimentos. El plan se centra en actuar de manera proactiva, brindando asistencia a las comunidades vulnerables antes de que se produzcan los desastres y adaptándose a las condiciones cambiantes.
Según las previsiones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), La Niña podría provocar lluvias superiores a la media en regiones como el norte de Sudamérica, América Central, el Caribe y partes de África y Asia. Estas condiciones climáticas extremas podrían generar inundaciones, deslizamientos de tierra y pérdidas de cultivos, lo que a su vez impactaría en la seguridad alimentaria y aumentaría la vulnerabilidad de las poblaciones más pobres.
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