Al menos 230 líderes venezolanos han solicitado al gobierno de Gustavo Petro el reconocimiento de su estatus de asilados, según el medio Semana.
A pesar de haber logrado escapar de la persecución política en Venezuela, estos refugiados enfrentan una dura realidad: la imposibilidad de trabajar debido a la falta de avance en los trámites por parte de la Cancillería colombiana.
Entre ellos se encuentra Luis Gonzalo Pérez, videógrafo de la líder opositora María Corina Machado, quien vivió semanas escondido tras recibir una orden de captura por parte del régimen de Nicolás Maduro.
La historia de Pérez es emblemática de la difícil situación que atraviesan muchos venezolanos que han llegado a Colombia en busca de refugio.
Después de una angustiosa huida de 16 horas, logró escapar con lo mínimo y se encuentra ahora en un limbo legal, con un salvoconducto que le permite residir en el país, pero sin poder acceder a un empleo. Este tipo de situaciones son comunes entre los refugiados que han denunciado violaciones a los derechos humanos y activismo político en Venezuela.
Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la lentitud del proceso de refugio en Colombia, que puede extenderse hasta tres años. Para estos perseguidos, cada día sin una solución clara representa una prolongada incertidumbre, mientras intentan reconstruir sus vidas lejos de un país donde su retorno podría significar un grave riesgo para su seguridad y bienestar.
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