Las intensas lluvias y las inundaciones provocadas por el tifón Yagi en el norte de Tailandia han tenido consecuencias trágicas, no solo para las comunidades locales sino también para la fauna.
Un criadero de cocodrilos en la provincia de Lamphun se vio obligado a tomar la difícil decisión de sacrificar a 125 de estos reptiles para evitar una potencial catástrofe.
Natthapak Khumkad, propietario del criadero, explicó este martes a EFE, que las fuertes lluvias habían erosionado significativamente el muro que contenía a los cocodrilos, poniendo en riesgo la seguridad de los vecinos.
Ante el temor de que los reptiles escaparan, se optó por sacrificar a los ejemplares adultos, los cuales representaban una mayor amenaza.
«Los cocodrilos más jóvenes y pequeños fueron trasladados a un lugar seguro», aseguró Khumkad. Sin embargo, la pérdida de 125 individuos de esta especie, ya de por sí amenazada en su hábitat natural, es una lamentable consecuencia de los eventos climáticos extremos que azotan la región.
Tailandia, país que alberga dos especies de cocodrilos en peligro de extinción, cuenta con numerosas granjas dedicadas a la cría de estos reptiles con fines comerciales. La industria de la piel y la carne de cocodrilo, así como los espectáculos con estos animales, son prácticas comunes en el país.
Las inundaciones en Tailandia han dejado al menos 10 personas fallecidas y han causado daños en infraestructuras y cultivos.
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