Víctor de Aldama, un empresario español y abogado, ha captado la atención de muchos venezolanos desde el 10 de octubre, cuando la Guardia Civil de España reveló su papel como intermediario entre el gobierno español y altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, incluida la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Este vínculo ha desatado un escándalo de corrupción en el que Aldama ha sido apodado «conseguidor».
Actualmente, de Aldama se encuentra en prisión por un fraude relacionado con hidrocarburos, en el que se le acusa de defraudar a Hacienda por un monto de 182 millones de euros en un periodo de dos años.
Este no es su primer enfrentamiento con la ley en 2023; en febrero, fue detenido por su implicación en la adjudicación de contratos públicos para la compra de mascarillas durante la pandemia de COVID-19, donde también se le acusó de recibir comisiones ilegales.
Un informe de la Guardia Civil detalla cómo Aldama actuaba como un canal de comunicación entre Delcy Rodríguez y el exministro de Transporte español, José Luis Ábalos. Este documento subraya la importancia de Aldama en las relaciones entre España y Venezuela, destacando que él organizó la visita de Rodríguez a Madrid, a pesar de las sanciones impuestas por la Unión Europea. La vicepresidenta aterrizó en el aeropuerto de Barajas el 19 de enero de 2020, donde se reunió con Ábalos y Koldo García, su asesor.
Además, según información del medio español El Debate, Aldama habría negociado la compra de 104 barras de oro por un valor de 62,7 millones de euros, que serían transportadas desde Moscú a Venezuela a través de Zambia.
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