La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha alertado sobre un incremento significativo en los ataques a periodistas en Venezuela, especialmente en el contexto de las elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio. Este hallazgo forma parte de un informe que la organización presentará en su 80 Asamblea Anual, que se celebra actualmente en Argentina.
El informe señala que durante el período electoral, los ataques a periodistas han aumentado, siendo perpetrados en su mayoría por fuerzas policiales y grupos parapoliciales. La SIP denuncia que estas agresiones buscan silenciar las voces críticas en medio de reclamos de fraude y falta de transparencia en el proceso electoral.
La organización también destaca que el gobierno venezolano continúa debilitando las libertades de prensa y expresión, convirtiendo el ejercicio del periodismo en un «alto riesgo». En los meses previos y posteriores a las elecciones, se reportaron detenciones de al menos una docena de trabajadores de la prensa.
La situación del periodismo independiente en Venezuela es crítica. Según la SIP, casi no quedan medios impresos independientes tras el cierre de numerosos periódicos en la última década, y las estaciones de radio y televisión operan bajo un estricto control del gobierno a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Aunque el periodismo independiente se encuentra activo en internet, enfrenta severos bloqueos impuestos por el gobierno, que también afectan las redes sociales.
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El informe destaca que, además de los bloqueos a medios digitales, el presidente Nicolás Maduro instó a los ciudadanos a desinstalar la aplicación WhatsApp y restringió el acceso a la red X (antiguo Twiiter), obligando a los usuarios a utilizar VPN para evadir la censura.
La SIP también menciona casos de periodistas que deportados o no admitidos en el país al intentar cubrir las elecciones, cuyo resultado se califican como fraudulento por la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD). Esta situación ha desencadenado protestas en diversas regiones del país, resultando en una ola de detenciones que, según el gobierno, alcanzó a 2,400 personas.
La creciente represión contra periodistas en Venezuela subraya la necesidad urgente de proteger la libertad de expresión y asegurar un ambiente seguro para el ejercicio del periodismo en el país.
Con información de EFE
