En un esfuerzo conjunto para frenar el flujo de migrantes venezolanos que atraviesan la peligrosa selva del Darién, Estados Unidos y Panamá han anunciado nuevas medidas de deportación.
Según Marlen Piñeiro, agregada regional de seguridad interna de EE.UU, anunció en una entrevista con la agencia EFE que, “a más tardar” en un par de semanas, se comenzará la deportación de venezolanos a un tercer país.
Ambos países han estado colaborando estrechamente para gestionar la situación y reducir el número de venezolanos que emprenden la arriesgada travesía hacia Centroamérica y, eventualmente, hacia Estados Unidos. Piñeiro afirmó que ya se están estableciendo acuerdos con varias naciones y que en breve se anunciarán las vías para garantizar un retorno seguro de los migrantes.
Aunque no reveló los nombres de los países involucrados en las conversaciones, se considera que Colombia podría ser uno de los destinos más seguros para estos migrantes. El acuerdo, que fue suscrito el primer día de la nueva administración del presidente panameño José Raúl Mulino, establece la repatriación aérea de migrantes irregulares que hayan llegado a Panamá tras cruzar la selva.
Estados Unidos está financiando esta operación con un monto inicial de 6 millones de dólares. Hasta ahora, se han utilizado más de 1,1 millones de dólares para realizar 20 vuelos, siendo el último de ellos realizado esta mañana. Estos vuelos han beneficiado a aproximadamente 800 migrantes, llevándolos a países como Colombia, Ecuador e incluso la India.
Desde el inicio de estas repatriaciones, las autoridades estadounidenses han informado sobre una notable disminución en el número de migrantes colombianos y ecuatorianos que atraviesan el Darién, con reducciones del 65 % y 92 %, respectivamente.
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