Durante la vigilia, de este miércoles 13 de noviembre, una madre compartió su desgarradora experiencia, relatando el calvario que vivió al no saber el paradero de su hijo durante más de 20 días. Aseguró haber recorrido todos los penales del país hasta finalmente encontrarlo en Yare III. “El dolor de no saber dónde estaba, el miedo de no volver a verlo… es indescriptible”, expresó, con lágrimas en los ojos.
En su relato aseguró que le pedía a Dios saber dónde estaba y el por qué lo habían detenido cuando ni siquiera lo dejaba ir al colegio solo. Además, como en la anterior jornada, prepararon globos con los nombres de cada uno para recordarles que no están solos en su reclusión arbitraria.
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