El reciente triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha generado un fuerte eco en América Latina, especialmente en Argentina, donde el presidente Javier Milei ha expresado su admiración por el nuevo mandatario estadounidense.
En una muestra de apoyo mutuo, Trump felicitó a Milei por su gestión en la Casa Rosada, destacando su trabajo con elogios como: «El trabajo que hiciste es increíble. Make Argentina Great Again (…) Tus números están funcionando».
Milei, por su parte, no tardó en reconocer la victoria de Trump, calificando su remontada política como «la más grande de la historia». Este intercambio de elogios se consolidó el 14 de noviembre, cuando Milei fue invitado especial a una gala en la mansión de Trump en Mar-a-Lago, marcando un hito al convertirse en el primer presidente argentino recibido por el republicano.
En el evento, también estuvieron presentes la secretaria general de la Presidencia argentina, Karina Milei, y el nuevo ministro de Exteriores, Gerardo Werthein.
Durante su discurso, Trump valoró positivamente la labor de Milei, lo que refuerza la percepción de una alianza estratégica entre ambos líderes.
Sin embargo, tras esta cercanía se asoman intereses económicos y políticos. Según informes del diario británico Financial Times, Milei busca fortalecer sus lazos con Trump y otros magnates como Elon Musk para atraer inversiones cruciales para Argentina, que enfrenta una severa crisis económica.
El presidente argentino confía en que esta nueva relación le ayude a obtener préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros beneficios necesarios para estabilizar su país.
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