El canciller encargado de Colombia, Luis Gilberto Murillo, ha afirmado que las recientes elecciones presidenciales en Venezuela no fueron libres, señalando que las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea jugaron un papel crucial en el proceso electoral. Durante una conferencia de prensa, Murillo explicó que estas sanciones limitaban la capacidad de los candidatos, incluidos miembros del gobierno venezolano, para participar en un ambiente democrático.
Murillo destacó que, además de las sanciones, el comportamiento del régimen de Nicolás Maduro hacia la oposición también afectó la legitimidad del proceso. “El Gobierno venezolano acosó a líderes de la oposición, lo que enrareció el ambiente y no permitió garantías para todos los participantes”, indicó. Esta crítica se alinea con las denuncias de irregularidades y represión que han marcado el contexto electoral en Venezuela.
El canciller también mencionó la inhabilitación de María Corina Machado, una prominente líder opositora que ganó las elecciones primarias pero no pudo competir en las presidenciales, como un ejemplo de cómo el régimen de Maduro ha limitado la democracia en el país.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha respaldado esta postura, calificando las elecciones como un “error” y enfatizando que no se puede realizar un “cambio radical de gobierno” bajo las actuales circunstancias. Petro ha expresado que el pueblo venezolano debe tener la libertad de decidir su futuro en un entorno sin bloqueos ni presiones externas.
Por el momento, el Gobierno colombiano ha decidido no reconocer a ningún presidente electo, ya sea Nicolás Maduro o Edmundo González, hasta que se revelen todas las actas electorales. Esta postura refleja la complejidad de la situación política en Venezuela y la cautela de Colombia ante un contexto regional volátil.