El fiscal especial Jack Smith ha solicitado a un juez federal que desestime el caso contra Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, por «conspirar» para revocar los resultados de las elecciones de 2020.
Esta petición se produce a solo dos meses de su toma de posesión en la Casa Blanca y se basa en la política del Departamento de Justicia que protege a los presidentes de ser procesados mientras están en el cargo.
Los fiscales argumentaron que, según la Constitución, el caso debe ser desestimado antes de que Trump asuma el cargo.
El equipo de Trump ha calificado esta recomendación como una «gran victoria», alegando que el caso es un asunto «motivado políticamente». Steven Cheung, director de comunicaciones del expresidente, afirmó que la decisión del Departamento de Justicia pone fin a los casos federales inconstitucionales en su contra y prometió despedir a Smith una vez que Trump asuma el cargo en enero.
Este caso había sido considerado una de las amenazas legales más serias para Trump en su intento por recuperar la presidencia.
A pesar de que el caso relacionado con las elecciones de 2020 había cobrado impulso en las semanas previas a las elecciones, se había estancado debido a las afirmaciones de Trump sobre su inmunidad frente a acciones legales por actos realizados durante su mandato. En julio, la Corte Suprema dictaminó que los expresidentes gozan de amplia inmunidad procesal, devolviendo el caso a la jueza Tanya Chutkan para evaluar qué acusaciones podrían proceder.
Además, el equipo de Smith había presentado nuevas pruebas en octubre, acusando a Trump de «recurrir a delitos» en un esfuerzo por revertir el resultado electoral tras su derrota ante Joe Biden.
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