LA Galaxy derrotó este sábado 7 de diciembre al New York Red Bulls, logrando conseguir su sexta MLS Cup, consolidándose como el club más laureado de la liga.
La victoria estuvo marcada por la emotiva ausencia de su estrella, Riqui Puig, quien, pese a estar lesionado, fue el alma del equipo desde las gradas, donde recibió ovaciones constantes de los más de 26.800 asistentes en el Dignity Health Sports Park.
El equipo dirigido por Greg Vanney no perdió tiempo y abrió el marcador al minuto 9 con un gol del ghanés Joseph Paintsil. Cuatro minutos después, el serbio Dejan Joveljic amplió la ventaja, aprovechando las dificultades defensivas de un Red Bulls debilitado por la ausencia del colombiano Andrés Reyes. Sean Nealis logró descontar al minuto 28 para el equipo neoyorquino, dejando el marcador 2-1 antes del descanso.
Durante la segunda mitad, los Red Bulls buscaron con insistencia el empate, con su momento más claro en el minuto 72 cuando Emil Forsberg estrelló un disparo en el travesaño. Sin embargo, la sólida defensa galáctica, liderada por Maya Yoshida y John Nelson, resistió los embates hasta el último minuto, sellando la victoria para los locales.
Riqui Puig, vestido de traje, estuvo presente en todo momento desde las pantallas del estadio, donde saludaba a la afición que coreaba su nombre en reconocimiento a su liderazgo durante la temporada. Este título, obtenido una década después del último, marca un nuevo capítulo en la historia del Galaxy, consolidando su posición en el Olimpo de la MLS.
El Galaxy celebró con su hinchada un trofeo histórico que no solo reafirma su supremacía en el fútbol estadounidense, sino que también dedica a Puig, símbolo de resiliencia y entrega.