Un grupo de cinco opositores venezolanos ha estado refugiado en la residencia del embajador argentino en Caracas durante más de nueve meses, enfrentando condiciones extremas y constante vigilancia.
La situación se ha intensificado desde noviembre, cuando la empresa estatal de electricidad cortó el suministro de energía a la residencia y las fuerzas de seguridad bloqueando los alrededores, impidiendo la entrada de alimentos y combustible.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó los actos de hostigamiento contra la residencia diplomática, considerándolos una vulneración de derechos fundamentales y de las normativas internacionales sobre asilo diplomático.
Los refugiados, que incluyen a Omar González, un miembro de 74 años del equipo de María Corina Machado, han denunciado la «tortura psicológica» que sufren debido a la vigilancia permanente y la falta de libertad. La situación se ha vuelto aún más crítica con la llegada de la Navidad, ya que González pasa su primera Navidad separado de su esposa tras 53 años de matrimonio.
Además, la crisis que llevó a estos opositores a buscar refugio tiene su origen en las elecciones presidenciales de julio, en las que Nicolás Maduro se proclamó de manera fraudulenta como vencedor. La comunidad internacional no reconoce a Maduro como presidente y ha denunciado la persecución contra la disidencia.
La residencia argentina en Caracas, que ahora está bajo la custodia simbólica de Brasil, ha recibido críticas por su falta de protección activa para los refugiados. Argentina, que concedió asilo político a los refugiados, no ha podido garantizar su salida segura del país.
Con información de infobae.com
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