La incertidumbre y la angustia reinan entre las familias de 60 reclusos en la Cárcel Yare III, ubicada en el estado Miranda, quienes no han tenido noticias de sus seres queridos desde hace más de 40 días. Estos detenidos fuerontrasladados a Yare III desde la Comunidad Penitenciaria de Coro como parte de la operación «Gran Cacique Guaicaipuro», llevada a cabo el 14 de diciembre.
Madres y esposas de los prisioneros han expresado su desesperación ante la falta de información sobre el estado de salud y bienestar de sus familiares, muchos de los cuales sufren de diversas patologías. Las familiares denunciaron que las autoridades no les permiten llevar alimentos, sábanas ni agua a los detenidos, lo que agrava su preocupación. «Es angustiante vivir en medio de esta zozobra; no sabemos si nuestros hijos se están alimentando bien y si gozan de buena salud», afirmaron.
En su clamor, las familiares han solicitado al ministro de Asuntos Penitenciarios, Julio García Zerpa, y al fiscal general, Tarek William Saab, que les permitan visitar a sus parientes y recibir información sobre su condición. La situación en Yare III continúa siendo motivo de preocupación y puso en relieve las deficiencias en el sistema penitenciario venezolano.
Con información de Una Ventana a la Libertad