La administración de Donald Trump está considerando la posibilidad de utilizar la base militar de Guantánamo en Cuba para retener a migrantes indocumentados en Estados Unidos. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó esta evaluación durante una entrevista con Fox News, donde se discutió la necesidad de encontrar soluciones para deportar a inmigrantes que provienen de países que no aceptan su repatriación, como Venezuela y Cuba.
“No hemos tomado una decisión final, pero estamos explorando todas las opciones disponibles para mantener a Estados Unidos seguro”, declaró Noem. La base de Guantánamo, abierta en 2002 para albergar a sospechosos de terrorismo, podría servir como un lugar de detención para migrantes, aunque estos estarían en un limbo legal, separados de las leyes migratorias estadounidenses.
La propuesta ha generado controversia, dado el historial de la base en términos de derechos humanos y las condiciones de detención. Un informe de The New York Times reveló que los detenidos en Guantánamo enfrentan condiciones precarias, incluyendo falta de acceso adecuado a servicios básicos y monitoreo de sus comunicaciones.
La idea de utilizar Guantánamo para este propósito ha suscitado un intenso debate sobre las políticas migratorias del país y el tratamiento de los migrantes, en medio de un contexto de creciente tensión política y social. La administración Trump continúa buscando formas de endurecer su enfoque hacia la inmigración irregular mientras la situación en la frontera sur permanece crítica.
