Una familia de Texas enfrenta una angustiante situación después de quedar deportada a México, lo que pone en riesgo la salud de su hija de 10 años, quien es ciudadana estadounidense y lucha contra el cáncer cerebral. La niña, que había estado recibiendo tratamiento especializado en Houston, resultó separada de su atención médica al ser detenida junto con sus padres indocumentados durante un control de inmigración.
La familia, identificada con el nombre ficticio Hernández García por razones de seguridad, está compuesta por dos padres indocumentados y cinco hijos, cuatro de los cuales son ciudadanos estadounidenses. Tras la deportación exprés, la familia se encuentra ahora en México con una niña que ha sobrevivido a una reciente cirugía cerebral y otro hijo con una condición cardiaca, ambos sin acceso a la atención médica necesaria. Además, su hijo de 17 años se quedó en Texas, separado de su familia.
El caso, reportado por primera vez por la cadena NBC, pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los migrantes en Estados Unidos y ha suscitado críticas sobre la política de deportaciones. La deportación de la familia ha quedado interpretada como un ejemplo de la creciente crueldad hacia los migrantes, un tema que ha cobrado relevancia en el debate público.
El zar de la frontera, Tom Homan, anteriormente había declarado que las familias con estatus migratorio mixto podrían resultar deportadas juntas, una afirmación que ha generado preocupación y discusión sobre las políticas migratorias actuales en el país.
Con información de EL PAÍS DE ESPAÑA
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