El inicio del relevo de la llama olímpica en Olimpia marca un hito importante en la preparación de los Juegos de París, programados para el verano.
A pesar de las condiciones climáticas que impidieron el encendido tradicional con los rayos del sol, el evento se llevó a cabo con solemnidad y emotividad este 16 de abril. La ceremonia se enfatizó en el arqueológico griego, donde era ante las antiguas ruinas del templo de Hera, en que evocó la historia y la esencia de los Juegos Olímpicos.
La llama olímpica, es símbolo de paz y unidad, cobra vida una vez más como un mensaje de esperanza en un contexto global marcado por tensiones y conflictos.
La intervención de las ‘sacerdotisas’ que preservaron la llama de reserva para este momento especial resaltó la importancia y el significado cultural de este ritual milenario. El presidente del COI, Thomas Bach, subrayó la relevancia de este símbolo en tiempos de incertidumbre y desafíos internacionales.
Con casi 100 días por delante hasta la inauguración de los Juegos de París, la llama olímpica recorrerá un largo camino, pasando por diversas ciudades y regiones antes de llegar a su destino final.
Este relevo simboliza la conexión entre el pasado y el presente, entre las tradiciones antiguas y la modernidad, uniendo a atletas y espectadores de todo el mundo en torno a los valores del olimpismo.
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