La migración de profesionales venezolanos se ha convertido en una tendencia preocupante que está afectando significativamente al país.
Según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), aproximadamente el 50% de las personas que han emigrado en los últimos cinco años poseen formación universitaria. Este éxodo masivo de talento humano se debe principalmente a las duras condiciones económicas y la falta de oportunidades en Venezuela, lo que ha llevado a muchos profesionales a buscar mejores horizontes en el extranjero.
A pesar de que la emigración puede ofrecer oportunidades laborales y una mejor calidad de vida para estos profesionales, muchos se ven obligados a aceptar trabajos por debajo de su nivel de formación.
Esto conlleva a una pérdida significativa de capital humano para el país, ya que ingenieros, médicos, abogados y otros profesionales altamente cualificados terminan desempeñando labores que no corresponden a su preparación académica. Esta situación es lamentada por expertos como Txomin Las Heras, quien señala que la sobrecualificación de estos profesionales en el exterior es un fenómeno común.
Julio Gutiérrez, presidente del Colegio de Ingenieros en Lara, expresó su preocupación por la fuga de talento en la región. Señala que Venezuela está formando mano de obra calificada que luego se ve obligada a emigrar, lo que representa una pérdida para el país.
«En Lara, por ejemplo, solo el 30% de los ingenieros agremiados ha permanecido en el país, lo que refleja la magnitud del problema. La diáspora de profesionales venezolanos no solo impacta en el ámbito laboral, sino también en el desarrollo y progreso de la nación» dijo Gutiérrez.
Es imperativo que se implementen políticas efectivas para promover la recuperación económica y generar oportunidades que incentiven el retorno de estos profesionales a Venezuela.
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