Los medios de comunicación en Tucupita compartieron una nota de prensa donde Loa Tamaronis, alcaldesa de la ciudad capital confirmaba que las festividades asociadas al carnaval inician el próximo 31 de enero, con un grito de carnaval y jugando carnaval con agua.
La burgomaestre expresó su deseo de que estos carnavales sean los mejores, destacando que se destinarán camiones cisterna al Paseo Manamo, donde se celebrará el evento, para rociar agua a los asistentes.
Sin embargo, esta decisión generó una profunda indignación entre los habitantes de diversas comunidades que sufren la escasez de agua desde hace más de 15 años.
Sectores como Santa Cruz, 2 de marzo, Los Cocos y Guasina enfrentan graves dificultades para acceder al vital líquido.
Un residente del sector 2 de marzo denunció que en su comunidad no reciben agua desde hace 19 años.
“Aquí llenamos los tanques de agua pagando a un camión cisterna o insistiendo varias veces en la sede de servicios para que nos vengan a echar el poquito de agua. Nos dicen que no vienen porque los camiones siempre están malos, no tienen caucho o batería. Entonces, para el carnaval sí hay agua, qué descaro”, manifestó el habitante al equipo de La Patilla.
Además, en Guasina, los vecinos han recurrido a recolectar agua de lluvia para sus necesidades diarias, incluyendo el uso en los baños y para bañarse. Otros se ven obligados a agruparse con varias familias para perforar pozos y poder abastecerse. “Conozco a varias familias que han tenido que hacer un pote para mandar a hacer un pozo porque si es por el gobierno uno se seca esperando”, detalló un habitante de la comunidad.
Los costos para perforar estos pozos oscilan entre 600 y 700 dólares, una suma exorbitante para muchos en una región donde el salario mínimo apenas alcanza los 130 bolívares.
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