A nueve meses del inicio de la guerra en Gaza, manifestantes israelíes bloquearon carreteras en todo el país este domingo, exigiendo la renuncia del primer ministro Benjamin Netanyahu y un alto al fuego que facilite el retorno de los rehenes capturados por Hamás.
Según el portal Independent, las protestas se dieron en el contexto de renovados esfuerzos internacionales para negociar un acuerdo.
El conflicto, que comenzó con un ataque transfronterizo de Hamás el 7 de octubre, ha dejado 1.200 muertos y 250 personas capturadas.
Además, la represalia israelí ha causado más de 38.000 muertes palestinas, según el Ministerio de Salud de Gaza, y ha desencadenado una crisis humanitaria. En el «Día de Disrupción», los manifestantes también se congregaron frente a las viviendas de parlamentarios israelíes y liberaron globos blancos y negros cerca de la frontera con Gaza, simbolizando a los asesinados y secuestrados.
La violencia en Gaza persistía, con reportes de nueve palestinos muertos por ataques israelíes entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. En el centro de Gaza, seis personas murieron en Zawaida tras un ataque aéreo, y tres más fallecieron en Ciudad de Gaza. El Ministerio de Salud de Gaza informó de 16 muertos y 50 heridos en un ataque contra una escuela en el campo de refugiados de Nuseirat.
Asimismo, Hezbollah lanzó unos 20 proyectiles hacia el norte de Israel el domingo, alcanzando objetivos a más de 30 kilómetros de la frontera. Un israelí resultó gravemente herido en Kfar Zeitim. El ataque de Hezbollah siguió a un bombardeo israelí que mató a un ingeniero de la defensa antiaérea de Hezbollah, Mustafa al-Attar. Los enfrentamientos casi diarios entre Hezbollah y las fuerzas israelíes en los últimos meses han planteado el riesgo de una gran guerra regional, con graves consecuencias para los habitantes a ambos lados de la frontera, reseñó Independent.
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