La tensión entre los presidentes de Colombia y Estados Unidos, Gustavo Petro y Donald Trump, ha escalado en el día de hoy, después de que el mandatario colombiano anunciara la imposición de aranceles a productos estadounidenses en respuesta a las sanciones impuestas por Trump.
En un mensaje publicado en la red social X, Petro declaró: «Me informan que usted pone a nuestro fruto del trabajo humano 50% de arancel para entrar a EEUU, yo hago lo mismo. Le ordeno al ministro de Comercio Exterior elevar los aranceles de importaciones desde los EEUU en un 25%».
La controversia se intensificó cuando Trump retiró la visa a Petro, su familia y funcionarios del Gobierno colombiano.
En su respuesta, el presidente colombiano no escatimó en críticas hacia el exmandatario estadounidense, afirmando que no le gusta viajar a Estados Unidos porque lo considera aburrido, aunque expresó su interés por conocer la lucha social en los barrios afroamericanos de Washington. «Allí vi una lucha entera en la capital de los EEUU entre negros y latinos con barricadas, que me pareció una pendejada, porque deberían unirse», comentó Petro.
Además, Petro acusó a Trump de tener una actitud destructiva hacia la humanidad, afirmando que «va a acabar con la especie humana por la codicia». En un tono más personal, sugirió que quizás en el futuro podrían tener una conversación franca, aunque reconoció que es difícil debido a la percepción que Trump tiene de él y de los colombianos.
El presidente colombiano también se mostró desafiante ante el bloqueo impuesto por Trump, asegurando que no le asusta, ya que considera que Colombia «es el corazón del mundo». En un guiño a la belleza de su país, le recomendó a Trump que no la irrespete y que aprecie su dulzura.
En otra publicación, Petro respondió al secretario de Estado Marco Rubio, quien había afirmado que el mandatario colombiano había autorizado vuelos para traer colombianos esposados y luego los canceló.
Petro se defendió contundentemente: «Jamás permitiré que en vuelos traigan a los colombianos esposados. Marco, si eso lo permitieron funcionarios de la Cancillería, jamás bajo mi indicación. Cipayos serán. Yo soy hombre de la libertad, no de las cadenas».
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