El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia ha reportado la recepción de 41 cadáveres, entre ellos un bebé de 19 meses y dos adolescentes, en el contexto de la violencia entre guerrillas en el Catatumbo, donde se estima que entre 60 y 80 personas han perdido la vida.
La fiscal general, Luz Adriana Camargo, informó que de los cuerpos recibidos, 39 han sido identificados y 32 entregados a sus familias, mientras que la situación en esta región montañosa de Norte de Santander es crítica, con más de 32,000 desplazados debido a los enfrentamientos.
La violencia ha sido atribuida a enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el frente 33 de las disidencias de las FARC, que se intensificaron tras el asesinato de una familia que incluía a un bebé.
La Fiscalía ha abierto investigaciones sobre homicidios, desplazamientos y amenazas a líderes sociales, y ha reportado asesinatos de desmovilizados del acuerdo de paz de 2016.
La Defensoría del Pueblo también ha documentado casos de secuestro y desplazamiento de comunidades indígenas.
El presidente Gustavo Petro ha calificado la situación en el Catatumbo como un reflejo del «fracaso de la nación» y ha declarado el estado de conmoción interior para abordar la crisis.
Además, suspendió las negociaciones de paz con el ELN, a quien acusó de cometer «crímenes de guerra», y reactivó órdenes de captura contra líderes de esta guerrilla, marcando un giro en la política de paz del país.
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