La banca venezolana ha experimentado un descenso significativo en su utilidad neta acumulada hasta abril de 2024, con una disminución del 67,95% en comparación con el mismo período del año anterior.
Este resultado reflejó una tendencia a la baja en la rentabilidad de las instituciones financieras, evidenciada también en indicadores como el ROE y el ROA. Factores como un tipo de cambio anclado y la falta de ajuste en las estructuras de comisiones han impactado negativamente en los ingresos y la rentabilidad de la banca.
La estabilidad cambiaria, si bien es positiva para la economía en general, ha afectado la generación de ingresos de la banca al limitar su capacidad para obtener rentabilidad de la intermediación financiera
. Además, la falta de ajuste en las comisiones por servicios ha contribuido a la disminución de los ingresos operativos, lo que ha afectado la rentabilidad sobre el activo. Es crucial revertir esta tendencia para evitar un debilitamiento en la estructura patrimonial del sistema bancario y promover un crecimiento sostenible en el sector.
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