Desde el 29 de julio, un día después de las elecciones presidenciales en Venezuela, se ha registrado un notable aumento en el número de venezolanos que cruzan las fronteras hacia Colombia y Brasil.
Este fenómeno migratorio ha sido atribuido a la crisis política y las denuncias de represión del gobierno de Nicolás Maduro, según un estudio de la Fundación Nueva Ilusión.
La ONG colombo-venezolana, que brinda asistencia humanitaria a los «migrantes caminantes» desde 2015, reporta que entre 140 y 160 venezolanos atraviesan diariamente la frontera hacia Colombia, principalmente por Cúcuta.
El estudio también revela que muchos migrantes optan por rutas no autorizadas, conocidas como trochas, para evitar los controles migratorios oficiales, motivados por el temor a ser detenidos por las autoridades venezolanas.
Este éxodo incluye un gran número de jóvenes de entre 16 y 18 años, quienes están especialmente preocupados por el posible reclutamiento forzoso por parte de la fuerza armada del país.
Asimismo, en la frontera con Brasil se ha observado un aumento similar en el flujo de migrantes venezolanos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó que el 26 de agosto fue uno de los días con mayor afluencia de venezolanos en Paracaima desde las elecciones. Según cifras oficiales difundidas por la agencia EFE el 1 de septiembre, más de 2.400 personas han sido detenidas desde el 29 de julio, algunas durante manifestaciones y otras en operativos policiales.
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