La organización ambientalista SOS Orinoco presentó su décimo boletín sobre el estado de la Amazonía venezolana al sur del estado Bolívar, en el que denunció el aumento desmedido de la minería ilegal en el Parque Nacional Canaima.
A pesar de las operaciones realizadas por el gobierno para combatir el extractivismo ilegal, la actividad no ha cesado y las consecuencias para el ecosistema son devastadoras.
El informe de SOS Orinoco resaltó la falta de información clara sobre la magnitud de la minería ilegal en Canaima y el impacto que ha tenido en su ecosistema desde la creación del Arco Minero del Orinoco.
La organización responsabiliza al Instituto Nacional de Parques (Inparques) y a las autoridades gubernamentales por la inacción ante la destrucción del parque, un patrimonio natural que debería estar protegido bajo los estándares de la Unesco.
Además, las irregularidades detectadas en Canaima incluyen dragado ilegal en el río Caroní, afectando más de mil áreas del parque, contrabando de mercurio y la falta de aplicación de la ley para proteger la zona. Se han permitido construcciones inadecuadas, contaminación sónica y actividades masivas que ponen en riesgo los valores biológicos y culturales del parque.
Por otro lado, no existen cuerpos efectivos de guardaparques ni están equipando a este sector con el mínimo equipo necesario para realizar labores de vigilancia y control en un parque de tres millones de hectáreas.
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