El partido de fútbol entre el Maccabi de Israel y el Ajax de los Países Bajos se tornó en un caos tras la derrota del equipo israelí por 5 a 0, cuando los aficionados que viajaron a Ámsterdam fueron atacados en varios puntos de la ciudad.
Videos que circulan en redes sociales muestran a grupos de personas, algunos con máscaras, agrediendo a hinchas israelíes con patadas y puñetazos.
Un aficionado entrevistado por el diario israelí Yedioth comentó que «nos atacaron decenas de personas, parece que estaba planeado», y se reportó que algunos de los agresores portaban banderas palestinas.
Los ataques no solo se limitaron a la violencia física; también se registraron robos, incluyendo pasaportes de los israelíes agredidos, según medios hebreos.
Ante esta situación, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, y el primer ministro Benjamín Netanyahu fueron informados sobre los incidentes. Desde la Oficina del Primer Ministro se indicó que se ordenó el envío de «dos aviones de rescate». Al menos 50 hinchas israelíes se encontraron refugiados en hoteles donde no estaban alojados, durmiendo en los pasillos para evitar salir a la calle.
La Policía de Ámsterdam ha detenido hasta el momento a 62 personas en relación con los disturbios. En un comunicado, la policía mencionó que está al tanto de informes sobre una posible situación de rehenes y desapariciones, aunque aún no hay confirmaciones al respecto. Se han localizado ya a varias personas que estaban desaparecidas.
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, condenó la violencia, describiéndola como un «pogromo» y llamando al mundo occidental a despertar ante estas manifestaciones del terrorismo radical.
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