Josse Antonny Montilla Jovito y Juan José Infante Hernández, ambos de nacionalidad venezolana, fueron capturados por la Policía en tiempo récord después de haber asesinado al sacerdote Ramón Arturo Montes Peinado, de 45 años de edad, en Ocaña, Colombia.
El sacerdote recibió puñaladas en la espalda y fue arrollado por su propio vehículo cuando se opuso al robo del mismo.
Uno de los capturados aún tenía las manos llenas de sangre y el vehículo fue encontrado más adelante en otro sector.
Además, el sacerdote era parte de la Diócesis de Ocaña y ejercía como párroco del Corregimiento de Buena Vista. Su muerte conmocionó a la comunidad religiosa debido a su conocido trabajo humanitario y su compromiso con la comunidad. Tanto la Conferencia Episcopal de Colombia como las autoridades locales expresaron su consternación por este acto violento.
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