Los familiares de los militares en huelga de hambre en el Cenapromil-Charallave han expresado su preocupación al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), indicando que la protesta es un llamado de auxilio ante amenazas de secuestro por parte de presos sociales. En este centro, hay 87 personas detenidas: 52 por delitos comunes, 8 funcionarios policiales y 27 militares.
Los familiares relatan que los 32 presos sociales fueron trasladados desde las cárceles de Tocuyito y Tocorón, y que al llegar al Cenapromil-Charallave, se encontraron en condiciones precarias, incluyendo un brote de tuberculosis.
A pesar de las protestas por falta de atención médica, los presos sociales amenazan con tomar acciones contra los militares y policías si no reciben respuestas inmediatas.
Los familiares piden al Coronel José Bello, director del recinto, que escuche a los internos y evite una confrontación, además de mejorar las condiciones de infraestructura y poner fin a las violaciones de derechos humanos. El recinto, en construcción desde hace dos años, carece de servicios básicos como electricidad y tiene una infraestructura deficiente, con celdas que albergan hasta doce personas y condiciones insalubres.
El agua que reciben es inadecuada para el consumo y la alimentación es insuficiente, con menús que no cumplen con las necesidades nutricionales básicas. A pesar de recibir tres comidas diarias, la calidad es deficiente, consistiendo principalmente en arepas, granos y arroz.
El OVP hace un llamado al Ministerio Público y a la Defensoría del Pueblo para instar al Ministerio de la Defensa a restablecer los derechos humanos de los detenidos, conforme a las normas nacionales e internacionales.
Lea también: Familiares de adolescentes detenidos piden intervención de Unicef para su «liberación inmediata»
