El gobierno de China declaró un estado de emergencia en todo el país tras la confirmación de la expansión de una nueva enfermedad infecciosa que ha suscitado preocupaciones a nivel global. Expertos advierten que este brote podría convertirse en la próxima pandemia si no se toman las medidas adecuadas.
La enfermedad en cuestión está relacionada con el virus de la gripe A subtipo H5N1, conocido como gripe aviar. Este virus, que se encuentra comúnmente en aves silvestres y domésticas, ha sido detectado recientemente en ganado lechero en varios estados de Estados Unidos y en caballos en Mongolia, lo que ha elevado la inquietud sobre su potencial transmisión a los seres humanos.
Hasta la fecha, se han reportado 66 casos de gripe aviar en humanos durante el último año, principalmente entre trabajadores agrícolas que tuvieron contacto directo con ganado infectado y consumidores de leche sin pasteurizar. Con una tasa de mortalidad del 30% en las infecciones humanas, las autoridades sanitarias han colocado este virus en una alta prioridad de seguimiento.
Aunque actualmente no se ha evidenciado la transmisión del virus entre personas, un estudio reciente indicó que una simple mutación en el genoma del H5N1 podría permitir dicha transmisión, aumentando así el riesgo de una pandemia.
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Ante esta creciente amenaza, el Reino Unido ha adquirido 5 millones de dosis de la vacuna H5 como parte de sus preparativos para enfrentar posibles brotes en 2025. Las autoridades chinas y organismos de salud globales están implementando planes de respuesta ante pandemias para contener la propagación del virus y proteger la salud pública.
El estado de emergencia en China refleja la urgente necesidad de medidas proactivas para salvaguardar la salud de la población y prevenir una crisis sanitaria a gran escala. La comunidad internacional se mantiene alerta ante esta situación y se espera que se intensifiquen las acciones de prevención y control en los días venideros.
