CNN – Entre denuncias de golpes, maltratos y violaciones al debido proceso, un grupo de madres de personas detenidas en las protestas poselectorales en Venezuela considera casi “ofensivo” el adelanto de la Navidad que decretó el gobierno venezolano. Desde el centro de Caracas, donde se ubican las ya decoradas sedes principales de los poderes públicos, estas familias tocan las puertas de instancias como la Fiscalía General y el Tribunal Supremo clamando justicia y la libertad de sus hijos que, aseguran, reciben malos tratos.
Para las familias de los detenidos, la celebración temprana de estas festividades propias de diciembre es una dificultad más, que se suma a las complicaciones de una economía en crisis, en medio de la lucha para pedir protección a los derechos humanos y al debido proceso de sus seres queridos, todavía apresados más de dos meses después de los polémicos comicios presidenciales, en los que Nicolás Maduro fue anunciado ganador por el poder electoral sin mostrar resultados detallados por mesas y centros de votación, aunque la oposición ha publicado documentos sobre la votación según los cuales el ganador ha sido Edmundo González.
Yuleici Romero, madre de uno de los detenidos, dice que una Navidad prematura “es la burla más grande que le han podido hacer a todos los venezolanos”. Para ella, su mayor regalo sería tener de regreso a su hijo en casa. Insiste en que no pueden pasar una Navidad con sus seres queridos presos. Su hijo se encuentra ahora en el Centro Penitenciario de Tocorón, en el centro del país, donde afirma que presenta dolores de estómago porque no le dan agua potable.
Puedes leer: AN aprueba acuerdo que insta a Nicolás Maduro a romper relaciones diplomáticas, comerciales y consulares con España
Romero dice que es algo “inhumano”, y que “ni a un perro se le da agua así, o se le da ese tipo de comida”. Agrega que ya no quiere ver a su hijo a través de un vidrio, sino que lo necesita “sano, fuerte y libre” expresó para CNN.
“¿Y ahora qué voy a hacer sin mi hijo en una Navidad?”, se pregunta angustiada Romero, quien asegura que, en lugar de llorar, ella y otras madres están en pie de lucha para que sus hijos salgan en libertad. Al igual que las otras madres y familiares, no se cansa de repetir que “no son ningunos delincuentes ni terroristas, son inocentes”.
Según la organización no gubernamental Foro Penal Venezolano, hasta el 30 de septiembre había 1.767 personas detenidas tras las elecciones presidenciales, entre las cuales se encontraban 67 adolescentes de entre 14 y 17 años.
Con información de CNN