La violencia entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC desató un caos en la región de Catatumbo, al norte de Santander, resultando en más de 100 fallecidos y más de 20,000 personas desplazadas. Este alarmante aumento de la violencia ha llevado al presidente Gustavo Petro a declarar un «estado de conmoción interior».
Los enfrentamientos comenzaron el 17 de enero y han obligado a miles de familias a abandonar sus hogares, buscando refugio en localidades más seguras en Colombia o cruzando la frontera hacia Venezuela. Según el Jefe de Estado Mayor de Operaciones del Ejército Nacional, mayor general Erik Rodríguez Aparicio, se han establecido cuatro puntos de atención en Tibú, Ocaña, Hacarí y Cúcuta para brindar ayuda a los desplazados.
La situación ha generado una creciente preocupación en la región, y Fundaredes ha manifestado su inquietud por el aumento de la violencia y el impacto en las comunidades, así como el flujo de personas hacia el municipio Jesús María Semprúm en el estado Zulia, Venezuela.
El gobierno colombiano ha activado medidas extraordinarias para enfrentar esta crisis, incluyendo la liberación de recursos y restricciones en la movilidad de los habitantes de las áreas afectadas. Con la situación aún en desarrollo, las autoridades continúan trabajando para brindar asistencia a los afectados y restaurar la seguridad en la región.
Con información de EVTV