El régimen de Daniel Ortega, oficializó el cierre de 12 organizaciones no gubernamentales (ONG) en Nicaragua, alegando «disolución voluntaria». Este anuncio, publicado en la gaceta oficial, se produce en un contexto de creciente represión contra las ONG desde las protestas antigubernamentales de 2018.
Entre las organizaciones cerradas se encuentra Swisscontact, una agencia suiza de cooperación que operó en el país durante 33 años. Este nuevo cierre eleva a más de 3,500 el número total de ONG clausuradas en Nicaragua desde 2018, según informes de organismos de derechos humanos.
Las ONG afectadas abarcan diversas áreas, incluyendo la cultura, el deporte, la ecología, y actividades religiosas, muchas de las cuales enfrentaban dificultades financieras que impedían su funcionamiento. El régimen sandinista justificó estos cierres afirmando que muchas de estas organizaciones apoyaron las revueltas sociales que resultaron en más de 300 muertes.
Además, la situación de los derechos humanos en Nicaragua ha empeorado notablemente, con informes de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU que destacan un aumento en las detenciones arbitrarias y la intimidación de opositores.