Claro que no vengo a comentarles de Rodión Raskólnikov, aquel personaje que Fiódor Dostoievski trajo al mundo de la literatura, recreado en la vida de ese estudiante del San Petersburgo del siglo XIX, quien atragantado por la pobreza y con una visión distorsionada de la moralidad, decide asesinar a la anciana prestamista Aliona Ivánovna, con la idea de que su muerte beneficiará a la sociedad. No, para desgracia de la Venezuela de este siglo XXI, hoy me veo obligado a comentarles de ese personaje, llamado Nicolás Maduro, quien, sin escrúpulo alguno, viene de asesinarle la soberanía popular a los venezolanos.
Ese Nicolás Maduro que hoy pretende robarse la elección presidencial, es el mismo al cual la Corte Penal Internacional (CPI) ya le propinó la primera sentencia condenatoria, al desestimarle un Recurso de Apelación donde exigía detener el avance de las investigaciones en su contra, por posibles crímenes de Lesa Humanidad. Fue la Cámara de Apelaciones por unanimidad y en vocería del Juez Marc Perrin de Brichambaut, el encargado de informar y confirmar la decisión.
Venezuela I
América Latina durante casi todo el siglo XX vivió bajo regímenes dictatoriales, pero es ahora en este siglo XXI donde por primera vez un país miembro del continente ha sido señalado por la comunidad internacional, de estar cometiendo Delitos de Lesa Humanidad. En noviembre de 2021, Venezuela se convirtió en el primer Estado de la región en el que la CPI abrió una investigación formal, luego de que el Fiscal Karim Khan anunciara la apertura del caso conocido como «Venezuela I» por presuntos crímenes de Lesa Humanidad perpetrados en 2017.
Hay que recordar que ha sido el propio Fiscal de la CPI Karim Khan, quien en estas investigaciones señaló que “había bases razonables para creer que funcionarios gubernamentales y militares habían perpetrado desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas a disidentes”. Nicolas Maduro no es el imberbe estudiante y asesino de la novela de Dostoievski y contra él, la Corte Penal Internacional debe actuar con toda severidad, porque ante tantos crímenes cometidos por su régimen debe haber castigo.
Autor Douglas Zabala