El Departamento del Tesoro de Estados Unidos está considerando la posibilidad de desmantelar las licencias otorgadas a las petroleras que operan en Venezuela. Esta evaluación surge en el contexto de las sanciones impuestas al régimen de Nicolás Maduro y busca aumentar la presión sobre el gobierno venezolano.
Fuentes del gobierno estadounidense indicaron que la medida podría estar dirigida a limitar aún más las capacidades del sector petrolero venezolano, que ha sido un pilar fundamental de la economía del país. Las licencias actuales permiten ciertas operaciones a empresas extranjeras, pero se ha planteado que su eliminación podría intensificar el impacto de las sanciones.
Este movimiento se produce en un momento en que las relaciones entre EE. UU. y Venezuela son tensas, y se espera que la administración de Biden continúe buscando formas de debilitar el control del régimen sobre los recursos naturales del país. La decisión de desmantelar las licencias podría afectar a varias compañías que han intentado mantener operaciones en medio de las restricciones.
El anuncio generará repercusiones significativas en la industria petrolera, tanto para las empresas involucradas como para la economía venezolana, que ya enfrenta desafíos severos. Observadores internacionales estarán atentos a cómo esta medida afectará la dinámica política y económica en Venezuela en los próximos meses.