El periodista peruano Jaime Bayly Letts reveló recientemente que, según «buenas fuentes desde Londres», el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habría enviado un presunto «ultimátum» a Nicolás Maduro.
Este mensaje, transmitido a través del secretario de Estado Antony Blinken, le exige a Maduro que permita una transición pacífica en Venezuela antes del 5 de noviembre, coincidiendo con las elecciones presidenciales estadounidenses. La advertencia es clara: si no se retira del poder, enfrentará consecuencias severas, incluyendo la posibilidad de arresto en Estados Unidos.
Bayly detalló que el mensaje de Biden ofrece a Maduro dos opciones: irse al exilio o enfrentar la cárcel. Si decide reconocer su derrota en las elecciones pasadas y abandonar pacíficamente el poder, el gobierno estadounidense estaría dispuesto a complacer todas sus demandas.
Esto incluiría facilitar un exilio dorado para él y su familia, permitiéndoles disfrutar de la fortuna acumulada durante su mandato. Los destinos propuestos para este exilio incluyen Panamá, República Dominicana, Cuba y, potencialmente, Turquía.
La urgencia de esta propuesta se debe a la proximidad de las elecciones en Estados Unidos y la incertidumbre sobre el futuro político de Biden. Con Kamala Harris como posible sucesora y un Donald Trump que podría regresar al poder con una postura más dura hacia Venezuela, la presión sobre Maduro se intensifica.
Sin embargo, Bayly se muestra escéptico respecto a la posibilidad de que el líder venezolano acepte este ultimátum y se rinda.
Este enfoque no es nuevo; en julio pasado, el diplomático estadounidense Elliott Abrams sugirió una amnistía para Maduro, comparando la situación con las negociaciones que Estados Unidos mantuvo con el dictador panameño Manuel Noriega en los años 80. En ese entonces, se ofreció un trato similar para lograr una transición pacífica en Panamá, pero Noriega finalmente rechazó la oferta.
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