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EL DEMÓCRATA BETANCOURT (Por Douglas Zabala)

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Douglas Zabala – Rómulo Ernesto Betancourt Bello nació en Guatire el 22 de febrero de 1908. Betancourt desde su primera presidencia de la República dictó cátedra de demócrata cabal. Así lo demostró en su discurso pronunciado el 14 dic 1945 en San Cristóbal, cuando señaló:

“Esta labor de democratización del Estado, esta labor que haga del presidente de la República, no una especie de monarca sin corona, como ha sido en Venezuela, sino un funcionario situado en el más alto escalafón administrativo, pero sometido al control del Congreso y sometido al control de la opinión pública”.

En enero de 1959 Rómulo Betancourt, inicia su segundo gobierno; y como hojilla nueva, reúne a todos los actores de la sociedad civil y les manifiesta: “Yo soy un político; y por tanto un hombre polémico, un hombre sobre quien se discute con pasión. Hoy soy presidente de la República por la voluntad mayoritaria del pueblo, expresada en las urnas el pasado 07 de diciembre”.

En febrero se instala el Congreso Nacional y por unanimidad de todas las fracciones parlamentarias, incluso la del mismísimo PCV, se designa como presidente del Senado a Raúl Leoni, mientras que la Cámara de Diputado, la pasa a presidir el jefe del partido Copei, Rafael Caldera.

Betancourt nombra su gabinete quedando integrado, entre otros, por los ministros: Relaciones Interiores, Luis Augusto Dubuc; Relaciones Exteriores, Ignacio Luis Arcaya; Hacienda, José Antonio Mayobre y Educación, Rafael Pizani y en la Secretaría General de la Presidencia de la República, designará al historiador Ramón J. Velásquez.

Actualmente, Venezuela se encuentra asediada por pretensiones continuistas del grupo político que ha socavado la legitimidad ciudadana desde los tiempos de Hugo Chávez. Es imperativo que retomemos los principios democráticos por los que Rómulo Betancourt y otros líderes de la democracia han luchado arduamente, para garantizar un futuro donde la voz del pueblo prevalezca sobre cualquier intento de continuismo ilegítimo.Rómulo Ernesto Betancourt Bello nació en Guatire el 22 de febrero de 1908. Betancourt desde su primera presidencia de la República dictó cátedra de demócrata cabal. Así lo demostró en su discurso pronunciado el 14 dic 1945 en San Cristóbal, cuando señaló:

“Esta labor de democratización del Estado, esta labor que haga del presidente de la República, no una especie de monarca sin corona, como ha sido en Venezuela, sino un funcionario situado en el más alto escalafón administrativo, pero sometido al control del Congreso y sometido al control de la opinión pública”.

En enero de 1959 Rómulo Betancourt, inicia su segundo gobierno; y como hojilla nueva, reúne a todos los actores de la sociedad civil y les manifiesta: “Yo soy un político; y por tanto un hombre polémico, un hombre sobre quien se discute con pasión. Hoy soy presidente de la República por la voluntad mayoritaria del pueblo, expresada en las urnas el pasado 07 de diciembre”.

En febrero se instala el Congreso Nacional y por unanimidad de todas las fracciones parlamentarias, incluso la del mismísimo PCV, se designa como presidente del Senado a Raúl Leoni, mientras que la Cámara de Diputado, la pasa a presidir el jefe del partido Copei, Rafael Caldera.

Betancourt nombra su gabinete quedando integrado, entre otros, por los ministros: Relaciones Interiores, Luis Augusto Dubuc; Relaciones Exteriores, Ignacio Luis Arcaya; Hacienda, José Antonio Mayobre y Educación, Rafael Pizani y en la Secretaría General de la Presidencia de la República, designará al historiador Ramón J. Velásquez.

Actualmente, Venezuela se encuentra asediada por pretensiones continuistas del grupo político que ha socavado la legitimidad ciudadana desde los tiempos de Hugo Chávez. Es imperativo que retomemos los principios democráticos por los que Rómulo Betancourt y otros líderes de la democracia han luchado arduamente, para garantizar un futuro donde la voz del pueblo prevalezca sobre cualquier intento de continuismo ilegítimo.

Por Douglas Zabala

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