El Gobierno de Cuba negó este martes que le incomode el acercamiento político con EE.UU. -del que en esta jornada se cumplen diez años- y reconoció que le «preocupa» el efecto económico que puede tener un segundo mandato de Donald Trump.
«Por supuesto que nos preocupa el efecto que puede tener sobre nuestra economía, y en particular, el efecto que puede tener sobre el nivel de vida de la población una mayor hostilidad de EE. UU., que ha demostrado ser muy poderoso y tener una capacidad destructiva muy eficaz para causar daño», aseguró el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío.
El funcionario hizo estas consideraciones al comparecer ante medios en los márgenes de un foro de diálogo sobre las relaciones entre La Habana y Washington con motivo del décimo aniversario del inicio del denominado deshielo.
Cossio también afirmó que los escenarios más catastrofistas para Cuba que se están bosquejando a raíz de la elección de Trump son los deseados por sectores del exilio en La Florida, pero consideró que «no ha de ser de interés para la nación norteamericana en su conjunto» que se materialice un aumento de la inestabilidad y la violencia en la isla.
Agencias
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