El papa Francisco recibió este viernes al ex arzobispo de Piura, José Antonio Eguren Anselmi, quien presentó su renuncia en abril tras ser acusado de encubrir casos de abuso y otras irregularidades relacionadas con la congregación Sodalicio de Vida Cristiana (SVC).
Esta reunión se produce en un contexto de creciente preocupación por los abusos cometidos dentro de esta organización religiosa, que ha estado bajo el escrutinio tanto de la prensa como de las autoridades eclesiásticas.
La situación se intensificó después de que el Vaticano anunciara el 14 de agosto la expulsión del fundador del Sodalicio, Luis Fernando Figari, tras investigaciones que lo señalan como culpable de abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Figari, quien fundó la congregación hace más de cinco décadas en Perú, ha sido objeto de múltiples acusaciones por parte de exmiembros y reportes periodísticos que documentan un patrón de abuso sistemático.
En julio de 2023, el papa Francisco envió al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y al sacerdote español Jordi Bertomeu para investigar las denuncias relacionadas con el Sodalicio.
Esta intervención se dio tras la solicitud de la Fiscalía peruana de prisión preventiva para varios miembros y exmiembros de la organización, incluyendo a Figari. La investigación reveló que al menos 36 personas, entre ellas 19 menores, fueron presuntamente víctimas de abusos sexuales entre 1975 y 2002.
El caso del Sodalicio fue expuesto por los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz en su libro «Mitad monjes, mitad soldados», que recopila testimonios de las víctimas.
A pesar de que un informe interno del Sodalicio identificó a varios agresores, muchas denuncias fueron archivadas por prescripción.
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