Al concluir José Antonio Páez su primer mandato presidencial, se le vino a Venezuela la primera gran crisis entre los factores del poder, que en esos momentos les tocaba la responsabilidad de dirigir la nave del estado hacia el Puerto seguro de la paz republicana. Fue así como el Congreso tal como estaba pautado en la novísima constitución, convocó a elecciones para designar al nuevo presidente de la República.
En el seno del parlamento nacional surgieron tres candidatos de mucho peso político tanto en lo Civil como en lo militar. El médico y profesor universitario José María Varga, el General Carlos Soublette y el héroe patrio Santiago Mariño. Ese 5 de enero de 1835 se realizó la primera elección resultando para asombro de muchos, Vargas con 46 votos, Soublette con 16 y Mariño con 15 sufragios.
Este resultado prendió las alarmas porque a pesar de que Vargas había sido convencido de dejar su apacible vida civil, nadie imaginaba verlo convertido en presidente. Como la norma constitucional exigía las dos terceras partes se llevó a cabo otra elección y esta vez apareció Vargas con 35 votos y Soublette con 22.
Nos cuenta el propio Páez que hubo de realizarse una tercera votación y allí si logró José María Vargas alcanzar las dos terceras con 43 votos, necesarios para cumplir con la norma constitucional y alzarse con la presidencia. Aquel resultado de inmediato prendió las pasiones guerreristas de los derrotados, porque a pesar de que Vargas había resultado el más votado, después sería desalojado por la fuerza del poder, trayendo con ello el primer golpe militarista de nuestra historia patria.
Las elecciones del 28 de julio de 2024 vieron a Edmundo González ganar con más de 7 millones de votos. Sin embargo, el presidente actual se niega a entregar el poder, alegando un triunfo que no tuvo. Esta situación recuerda la turbulencia de 1835, donde a pesar de ser el más votado, Vargas fue desalojado por la fuerza del poder.
La historia parece repetirse, y quizás también será como una tragicomedia, si este 10 de enero, Nicolás Maduro consume el golpe de estado, después de tener los venezolanos más de 60 años viviendo en democracia.
Autor Douglas Zabala
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