Abraham Hayón, alcalde de Mucuchíes en el estado Mérida, fue secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro tras las elecciones del 28 de julio, cuando solicitó una intervención internacional por la crisis en Venezuela.
Durante su cautiverio, logró ganarse la confianza del comisario Pernía, a quien le pagaba dos mil dólares semanales para que lo mantuvieran en una celda con ciertas comodidades.
“Yo pagaba 2.000 dólares todas las semanas al comisario Pernía. Y aparte pagaba la cocinera, la televisión, el WiFi y la comida, que él también disfrutaba de eso”, explicó Hayón en una entrevista con El Nacional.
Durante su reclusión, Hayón observó cuidadosamente los movimientos de sus carceleros, lo que le permitió idear un plan de escape.
El comisario Pernía le solicitó realizar algunas remodelaciones en el centro de reclusión, y fue en ese momento que Hayón vio una oportunidad para actuar. “Le dije que sí podía hacerlo, pero con personal de mi confianza. Entonces llamé a unos trabajadores de Colombia para que, en medio de las obras, construyeran un túnel. Medía apenas tres metros”, relató.
La noche de su escape resultó ser propicia; un corte de luz le brindó la oportunidad perfecta para llevar a cabo su plan. En cuestión de 45 segundos, Hayón logró escapar a través del túnel que él mismo había ayudado a construir. “Fue muy fácil escaparme. Fue de madrugada, cuando se fue la luz. En 45 segundos, ya estaba afuera”, concluyó el alcalde. Hoy, tras 52 días de haber sido apresado, comienza el exilio en Madrid.
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