La Guardia Civil de España llevó a cabo una operación histórica al desarticular lo que consideran la principal organización dedicada al tráfico de cocaína procedente de Sudamérica. La operación se realizó en el puerto de Algeciras, donde se arrestaron a 22 personas y se emitieron órdenes internacionales de detención contra tres de los presuntos líderes de la red.
Los fugitivos son considerados los máximos responsables de intentar introducir cinco partidas de cocaína, con un peso total de 3.400 kilos, a través del mencionado puerto. La operación se ha desarrollado en varias fases, permitiendo la identificación de todos los implicados en la introducción de la droga.
Entre los detenidos se encuentra un destacado capo del narcotráfico, afincado en Marbella, quien gestionaba las operaciones de tráfico gracias a su extensa red de proveedores. Este líder criminal era responsable de ocultar la cocaína en contenedores marítimos que llegaban desde Sudamérica.
Su principal socio, un empresario español que logró escapar junto a su hermano, utilizaba sus empresas logísticas para mover los contenedores desde el puerto, asegurando su control con la complicidad de trabajadores portuarios. Los enormes beneficios generados por el tráfico de cocaína les permitieron establecer un amplio tejido empresarial en España.
La organización criminal también contaba con personal encargado de garantizar la seguridad de sus operaciones, utilizando empresas aparentemente legítimas para evitar la detección.
Esta exitosa operación resalta la continua lucha de las autoridades españolas contra el narcotráfico y el impacto significativo de estas organizaciones en la seguridad y la economía del país.
