El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció un endurecimiento de las sanciones dirigidas a Cuba y Venezuela, enfocándose en las misiones médicas cubanas en el extranjero. Esta medida amplía la política de restricción de visas que afecta a los funcionarios involucrados en estos programas.
Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, calificó las misiones médicas de Cuba como «trabajo forzado» y denunció «prácticas laborales abusivas y coercitivas». La Habana ha mantenido durante más de seis décadas programas de cooperación médica con varios países, brindando atención a comunidades marginadas.
La respuesta del gobierno cubano no se hizo esperar. El presidente Miguel Díaz-Canel criticó las sanciones, cuestionando cómo la agresión contra los servicios médicos cubanos, que benefician a millones, podría ser positiva para Estados Unidos.
Las nuevas restricciones no solo afectarán a funcionarios cubanos, sino que también se aplicarán a «funcionarios de gobiernos extranjeros» relacionados con el programa, lo que podría incluir a líderes de otros países, especialmente de Venezuela. Actualmente, hay alrededor de 30,000 médicos cubanos trabajando en Venezuela, un esfuerzo que ha sido crucial, especialmente durante la pandemia de Covid-19, cuando Cuba proporcionó vacunas al país sudamericano.
Este endurecimiento de sanciones es parte de la política de línea dura de Rubio hacia Latinoamérica y representa una nueva fase en los esfuerzos de Estados Unidos por debilitar la cooperación médica cubana, una iniciativa que ha sido una prioridad para Rubio desde su tiempo como senador de Florida.
Con información de EFE
