Según datos de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), alrededor de 1.000 docentes han abandonado sus labores o cambiado de profesión en los últimos nueve años, debido a los bajos salarios y las condiciones laborales cada vez más precarias.
La presidenta de la FVM, Carmen Teresa Márquez, ha señalado que muchos maestros han optado por emigrar, buscar empleo en colegios privados o dedicarse a otras actividades como la peluquería, la repostería o labores domésticas, con el fin de obtener ingresos que les permitan subsistir.
Ante esta grave situación, el Gobierno venezolano ha propuesto una medida controvertida: invitar a los docentes jubilados a regresar a las aulas.
Sin embargo, esta propuesta ha sido rechazada por los propios jubilados, quienes argumentan que los salarios ofrecidos son insuficientes para cubrir las necesidades básicas y que las condiciones laborales son desfavorables.
Una profesora jubilada consultada por la Voz de América expresó su indignación ante esta propuesta, señalando que es un “insulto” ofrecer salarios de apenas cinco dólares mensuales. La docente enfatizó que, a pesar de su amor por la profesión, es imposible regresar a las aulas en esas condiciones.
El Centro de Documentación y Análisis Social de la FVM ha corroborado la precaria situación salarial de los docentes, indicando que el salario promedio es de aproximadamente 21 dólares al mes. Esta situación ha llevado a muchos docentes a buscar alternativas para complementar sus ingresos, como dar clases particulares.
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